Los llamados “referendos” celebrados desde el 23 de septiembre por las autoridades de facto en las regiones de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporiyia se celebraron bajo un conflicto armado en curso, en zonas bajo control ruso y fuera del marco legal y constitucional de Ucrania, por lo que “no pueden calificarse como una auténtica expresión de la voluntad popular”, aseguró la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU.
Durante una sesión del Consejo de Seguridad dedicada a Ucrania, Rosemary DiCarlo afirmó este martes que “las acciones unilaterales destinadas a dar una fachada de legitimidad al intento de adquisición por la fuerza del territorio de un Estado por otro Estado “no pueden considerarse legales según el derecho internacional”.
Por ese motivo, reiteró el pleno compromiso de la Organización “con la soberanía, la unidad, la independencia y la integridad territorial de Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas”, y “de conformidad con las resoluciones pertinentes de la ONU”.
Para cerrar este apartado de su intervención, recordó a Rusia que, como potencia ocupante y según indica el derecho internacional humanitario, está obligada a respetar las leyes de Ucrania en la administración de los territorios ocupados.
Posteriormente y durante una intervención mediante video conferencia, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski calificó el referendo de “farsa”, e indicó que se obliga a las personas a rellenar unos papeles mientras se les amenaza con ametralladoras cuando ya se saben los resultados de la consulta de antemano.
Por su parte, el representante permanente de Rusia, Vassily Nebenzia, indicó que los resultados del referéndum se publicarán durante los próximos días y lo calificó como “un acontecimiento largamente esperado” por los habitantes de la región del Donbas quienes, “desde hace mucho tiempo, quieren que llevar a su tierra la paz que no han visto desde hace ocho años”.




